Cuando el sol se ha perdido en el horizonte del ocaso
El sepulcral silencio,  es una pena que duerme
En lo más profundo de un aletargado corazón
Que no quiere comprender el dolor que posee su alma
 
Los recuerdos imborrables del ayer
Llegan como una tenue brisa de verano
Que nos  trae con su dulce y suave  fragancia
Las  tristezas  del tiempo pasado
 
En esa etapa de la vida,  la felicidad extrema
Era una condición que abrazaba cada día
En donde los sueños de un sublime futuro
Me cobijaban en una esperanza perpetua
 
Cuando el amor, acompaña nuestros actos
La confusión de la oscuridad no existe, y
Solo la dicha de una infinita y perdurable paz
Nos gobierna en nuestro camino
 
La risa es diáfana y contagiosa
Llenándonos de inmensas alegrías
Que hacen  de cada suceso que transitamos
Una nueva experiencia para crecer
 
Cuando miras al cielo, estas mirando al pasado
Muchas de las estrellas que vemos están muertas
Y cuando su luz es tan brillante, ya no existen
Como ese sueño que se fue tan lejos, como ellas
 
Por eso, si cada momento que te tuve a mi lado
Lo aproveche al máximo, no hay reproches
Cuando uno puerta se cierra, se abre otra
Dejas las razones para llorar y encuentra la alegría para vivir
 
Nadie quiere que el ser querido se marche para siempre
Solo sucede y no hay medios para evitarlo
El paso del tiempo nos trae la tranquilidad y serenidad
Que necesitamos para continuar nuestra jornada
 
Duele mucho tener a un ser querido en tu corazón
Y no poder abrazarlo y acariciarlo con tus manos
Se fue el día menos esperado y aun es difícil percibir
Y concebir la idea de no volver a verlo más
 
Dios es nuestro consuelo y último refugio
Te siento junto a el,  y el dolor se atenúa en mi ser
Cierro mis ojos,  y pienso con fe en tu alma
Los vuelvo a abrir, y continúo mi camino.
 
No sé qué deparara la senda que tenga que transitar
Pero si de algo estoy seguro, es que jamás te olvidare
Y mientras en mi esencia  guarde las gemas de tus vivencias
La luz de tu existencia, jamás se apagara en mi corazón.