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¡Ay , limón, dulce limonero!
el de las hojas verdes y frondosas,
que apuntan rectas al Cielo,
frutos que das de sabor intenso.
Tú dueña y señora egoísta,
tú frondosa vida acabar quiere,
poniendo en tú tierra lejía,
sosas y muchos detergentes mas.
Pero tú aliado con la naturaleza,
asimilas de todo sus nutrientes,
que como veneno tú dueña te pone,
siendo cada vez mas floreciente.
Tú dueña te tiene envidia,
cada vez que a ti te ve,
piensa que aunque mal te trate,
tú buenos frutos has de darle.
21 agosto 1989
Al Arból de mi patio
¡Ay, buen, limón, limonero!
Cuantas tardes en mi mano con un libro,
hechizado por el verdor de tus ramas,
con calma del infinito he gozado.
Cuando el Eterno, buen Dios me llame,
llegara el día que atenderé su llamada,
yo con gozo e ilusión he pedido,
que me entierren contigo una mañana.
Para que como ahora y siempre,
juntos, tengamos el don y el placer,
de estar unidos en cuerpo y Alma,
por siempre unidos en lo terrenal.
Adiós limón, buen limonero,
sabes que se me parte el Alma,
cada vez que me alejo y no te veo,
porque debajo de tus ramas leer no puedo.
30 agosto 1990
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Poemas de Jose Joaquin Muñoz Castro:
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