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Una tarde del tórrido junio,
la tenue llovizna caía del Cielo,
humedecía siempre en silencio,
las desiertas y blancas callejas.
Las campanas alegres sonaban,
con sonoras y dulces campanadas,
y sus dulces y bellas vibraciones,
acompañaban a mi Alma.
No se en la vida que ando buscando,
lo buscare con afán Eternamente,
como mi sueño amoroso dorado.
buscándote en la blanca Aurora,
deseando encontrarte en el crepúsculo,
no se si consiguire mi sueño adorado.
16 de junio año 2001
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Poemas de Jose Joaquin Muñoz Castro:
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