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El rincón literario: Tuya por siempre

Puedo verte, Yorg, puedo ser testigo de todo lo que nos ha ocurrido, amor mío. ¡Hace tan sólo unos días éramos tan felices! Sé que lo que hicimos estuvo mal, muy mal. Y ahora nos toca pagar por ello. Pero yo sólo deseo volver a estar contigo. Era lo único verdaderamente importante en mi vida, como sé que también lo era para ti contar conmigo, con mi inmenso amor por ti. ¿Por qué tuvimos que llegar a esto, Yorg? Teníamos tantos sueños, tantas ilusiones por cumplir, tanto amor al mismo tiempo que darnos el uno al otro.

Y una amarga discusión, fruto de nuestros estúpidos enfados, típicos de las parejas de enamorados, ha logrado terminar con todo ese maravilloso mundo que tú y yo nos habíamos creado. ¿Por qué, Yorg? Yo sólo quería que me comprendieras, que entendieras que fuera de ti no existía nada, que lograr una medalla olímpica no dejaba de ser un bonito sueño, pero de nada serviría si yo no podía compartirla contigo. Y tú, tú también tenías el mismo deseo que yo. Éramos una pareja perfecta, Yorg. Eleni, la judoka enamorada de su flamante campeón de Kick-Boxing. Si, tu siempre soñaste con ser campeón, y para mi lo eras.

Pero la sombra de tus injustificables celos, planeó sobre nosotros una vez más. Y esta vez nos hizo daño de verdad, Yorg. Aunque en verdad no, quizá la culpa ha sido mía por haber reaccionado de esa forma, fruto de la desesperación que me invadía, de ese triste impulso febril y alocado que sin duda achaco a mi juventud, o quien sabe... Yo te amaba tanto, Yorg... Te amo aún en realidad. Siempre.

Ahora puedo verte, no sé como es posible, porque sé que yo ya no estoy aquí. Sin embargo, estoy a tu lado, apretando tu mano fuertemente. Habías decidido seguir mi propio camino, Yorg. Y por eso sé que tú saltaste al vacío, detrás de mi, en mi búsqueda. Y no puedo censurarte, porque yo hice lo mismo que tú. Los dos estamos arrepentidos de nuestra actitud, pero ahora ya es tarde. Ya no podremos estar juntos de nuevo, ¿verdad? O si...

Si tan sólo pudieras responderme, decirme algo. Sabes que yo te perdono, y también que nunca quise hacer lo que hice. Yorg, no pude evitarlo, te amaba demasiado, y no podía soportar aquella disputa, sentía que nos destrozábamos por dentro, y el balcón estaba tan cerca... Era mi escape, mi huida, un punto sin posible retorno, y en aquél momento mi mente estaba bloqueada y era incapaz de reaccionar...

Sólo 20 años, Yorg... Pero cómo viviré yo ahora sin ti. Y sin embargo, sé que ya no existo, porque nadie puede verme, nadie me hace caso... ¿Es tal vez mi alma la que vuela hacia ti, y se cobija en tu corazón, que aún late, aunque débilmente?

Si tan sólo pudieses responderme, saber que me sientes cerca de ti, a tu lado ahora... Que comprendieras que te amo y que no soportaría dejar de verte...

Estoy aquí, Eleni. ¡Claro que te escucho, y puedo verte también! Tuve que hacerlo, vida mía, ir detrás de ti, me sentía culpable, fueron dos días de interminable tortura, sumido en la desesperación. Nuestra discusión no fue fruto de un solo día de incomprensión o malentendidos entre nosotros. Los celos que me invadían, las drogas, con esa pesada carga que he tenido que arrastrar todo este tiempo, aunque ahora ya parecía liberado de ella, todo eso tuvo la culpa...

No sé si estoy muerto o vivo aún, pero lo único que verdaderamente me importa es estar a tu lado, y tú ahora por fin estás de nuevo junto a mí. Allí donde tú vayas, sin duda yo te seguiré, Eleni. Porque yo, sin ti no soy nada...

Lágrimas recorren ahora las mejillas de Eleni, que siente que la reclaman, que debe marcharse, que ya no puede seguir a su lado, inevitablemente, porque así es la vida, o quizá la muerte... pero no el amor que ambos sienten, porque ahora ya saben, es eterno...

Sé que no puedes oírme ya, Yorg, pero a quien pueda oírme le digo... Te quiero, Yorg. Te esperaré siempre, y tuya siempre, lo seré...

ELENI IOANNOU, judoka griega de 20 años, seleccionada para disputar los Juegos Olímpicos en Atenas 2004, campeona nacional durante los tres últimos años y medalla de bronce en los Juegos de los Balcanes 2002, falleció después de 16 días de permanencia en la UVI el pasado 24 de agosto, tras el intento de suicidio al arrojarse por el balcón del apartamento donde residía junto a su pareja, YORGOS JRISOSTOMIDIS, de 24 años, quien a su vez se arrojaría igualmente al vacío desde el mismo apartamento dos días después que su compañera sentimental. Su estado actual es reservado.


Francisco Arsis Caerols (mark66b@yahoo.es)

2004


Sobre el autor:
Francisco Arsis nació en Alcoy (Alicante) en 1966, y actualmente reside en la ciudad de Almansa, provincia de Albacete. Aunque es funcionario, su interés por la Literatura y la cultura en general le empujó desde muy pequeño a escribir, decantándose pronto por los cuentos y relatos cortos. En 1998 logró ser finalista en el 4º Certamen Literario de relatos breves organizados por "Libros Diez" en la propia ciudad de ALmansa, con el relato "Claro de Luna", lo que definitivamente le animó a seguir escribiendo con asiduidad. Ha publicado sus relatos en prensa y medios digitales, con gran éxito de público. Con la reciente publicación de su libro "Aventura en el pasado", novela de corte histórico y fantástico, el autor inicia así su incursión en un género que siempre le resultó especialmente atractivo y que por fin ha decidido abordar.

Otros relatos breves mandados por Francisco Arsis Caerols:





 
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