La noche cae sobre mí, con un manto de oscuridad y silencio, los minutos se convierten en horas, y mi cuerpo desnudo se estremece con tu aliento, intento no caer en tu red de pasión y paso inadvertida entre tus brazos, los sollozos en el silencio se hacen agudos, el placer de tus manos reviven mi alma y el conjuro de tus labios me llevan hasta la locura y me hacen peder la cabeza, sentir tu piel desnuda rozando mi cuerpo y sentir que estas dentro de mi ser es mi mejor experiencia, sentirte amada en los suspiros de la noche me hacen renacer y cuando llega el amanecer junto a ti parece que el mundo se acaba y que todo fue un sueño que se termina cuando despierto.

Maria Morales Galan (maria@imcuber.com)
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Enviado el 18 de junio del 2009