Ya pasaron nueve años,

sin tenerte en nuestra vida...

con ese nuevo estado

de no tener más papá...

extrañando tus abrazos y tus camaraderías,

hasta tus malos humores y tus ganas de pelear...

Nueve años de locura, de dolor, de no entender,

ahora, si bien te extraño,

y muero por un instante,

por poder volverte a ver,

te recuerdo de otra forma,

y me pregunto en silencio...

¿Qué harás mientras yo trabajo?

¿Llegaste a cumplir tus sueños?

¿Le contaste a algún ángel la familia que tienes?

¿Sabés lo que estoy viviendo?

Porque yo nunca te olvido,

te nombro hasta cuando duermo, te llevo hasta en mi apellido,

del cual yo me enorgullezco,

si sufro, lloro y me angustio,

es sólo porque te quiero...

te pido una sola cosa...

PROTEGENOS DESDE EL CIELO.