Autor: Volskiervers Fuente: http://www.polseguera.com/writers/writing-845_una-senora-muy.html Una señora muy... La señora Esterlich, una persona peculiar, singular. Esta señora tenía o poseía un hábito singular... Caminaba ella por la calle, la avenida, el parque, ¡dónde fuere!, y si se cruzaba con alguien, lo primero que hacía, sin venir aparentemente a colación, lo que hacía, era decir a esa persona "Gracias"; nada de "Hola", nada de "Buenas", ni "Buenas tardes, o días tenga.", nada de eso. Tan sólo "Gracias", y seguía su camino. Quien recibiese esa palabra tan y tan devaluada hoy día repetida con muy poco atisbo de sentida autenticidad, de veracidad veraz, se quedaba en estado de sorpresa...; parece que esta señora agradece una mirada pasajera, agradece un encuentro, un cruce de caminos o direcciones, da las gracias por ese detalle tan escasamente valorado; ¿quién hace eso?; eran las peculiaridades de esta señora, la señora Esterlich.