Autor: Poeta de la dulce pena

Fuente: http://www.polseguera.com/writers/writing-455_salimos-a-cenar.html


Salimos a cenar

Salimos a cenar

El viernes te llamé para salir a cenar el sábado por la noche y después irnos a bailar a una sala de fiesta.

El sábado me arreglé bien arreglado con traje, corbata y perfume, compré el ramo de rosas más hermoso que encontré

Llegué a tu casa y aparqué el coche, llame a tu puerta, me dijiste pasa estoy terminado de arreglarme, ponte cómodo tardo poco.

Al rato me dijiste, cierra tus ojos y no hagas trampa, así lo hice, unos segundos después me dijiste ya puedes abrirlos, un poco más me muero de lo impresionante que estabas, vestías un precios traje negro de noche, que dejaba tu espalda al aire libre, tus largos cabellos rubios recogidos parecían reflejos del sol, jamás te había visto tan hermosa y femenina, me distes un beso y cogido de mi brazo nos fuimos hacia mi coche.

Ya en el restaurante no paraba de mirarte y me preguntaste ¿por qué no cenaba?, te respondí porque esta noche estás tan preciosa, al final cené.

Al entrar en la sala de fiesta había mujeres hermosas y muy elegantes pero ninguna tanto como tú, muchos hombres se quedaron mirando al verte pasar tu belleza y elegancia no pasaba desapercibida.

Nos sentamos en una mesa y tomamos algo, al rato sonó una canción romántica que te encantaba, te saque a bailar al centro de la pista, abrazados y mirándonos el uno al otro, te susurraba cosa bonitas a tu oído y tu te reías, sin saber cómo, te di un beso mientras seguíamos bailando, cuando terminamos de bailar, nos volvimos a la mesa.

Minutos después un camarero nos trajo una botella de champán en una cubitera con hielo, con dos copas le indiqué que no lo habíamos pedido a lo que el camarero, nos dijo cortesía de la casa, volví a preguntar extrañado, a lo que se acerco una señora muy elegante y nos dijo es un regalo de la casa de vez en cuando hacemos este regalo a la mujer que es más elegante y ella hoy ha ganado el premio, pues su belleza deslumbra por donde pasa.

Una vez salimos de la sala de fiesta nos fuimos a la playa, para ver amanecer el día, cogí una toalla que tenía en el coche, nos sentamos en la arena.

Me dijiste tengo algo de frío me quité mi chaqueta, te puse y nos abrazamos para que entraras en calor, sin darte cuenta te quedaste dormida abrazada a mí, mientras el nuevo día amanecía con sus primeros rayos de luz.

Te miré y tu rostro dormido reflejaba felicidad, tus cabellos rubios ya sueltos del recogido reflejaban los rayos del sol lo que te hacía más hermosa.

Pasaba el tiempo pues no paraba de mirarte mientras dormías entre mis brazos y entró el nuevo día amanecido, te desperté con un beso y te dije vamos te has quedado dormida ya es de día, nos fuimos al coche.

Te lleve a tu casa y te dejé en la puerta, me quedé mirándote mientras entrabas pues seguías tan bonita te giraste y me lanzaste un beso, arranque a mi coche y me fui a la mía, me acosté cuando me levanté y encendí mi móvil encontré un mensaje tuyo que decía con las palabras más hermosas que se pueden decir, gracias por la velada, eres un gran amigo, te quiero.

 

Autor: Poeta de la noche