Autor: Miquel Molina i Diez Fuente: http://www.polseguera.com/writers/writing-10_dos-preciosos-haces-luminosos.html Dos preciosos haces luminosos Mirando por la ventana en una noche oscura contemplé dos preciosos haces luminosos, llenos de ternura. Sentí el sonar de una campana, y unos sentimientos lujuriosos gobernaron mi interior, conduciéndome a una dimensión posterior. ¿O era anterior? El tiempo cesó. Mi mente no procesó aquello que me estaba aconteciendo, pero finalmente percibí que me hallaba en el mundo de los sueños, y del cual no somos dueños. Finalmente, comprendí lo que me estaba sucediendo: Aquellos haces luminosos eran tus lindos ojos, que me observaban, que me mimaban, pero que el destino me había privado de contemplarlos, de adorarlos. Aquellos haces luminosos eran tus marrones ojos, que anhelaba, que deseaba, pero que el destino me había privado de tenerlos, de verlos.